Nelson Agurto Constituyente

Llegó el tiempo de los independientes

A continuación detallo algunos elementos que a mi juicio debiese incorporar una nueva Constitución.

Propongo un régimen político semi-presidencial o semi-parlamentario, donde el Presidente ejerza la jefatura del Estado, de las Fuerzas Armadas y de las relaciones exteriores, en tanto que la jefatura del Gobierno quede en manos de un Primer Ministro con facultades ejecutivas como en un régimen parlamentario o semipresidencial. 

En ese mismo sentido, considero que el ejercicio de la Presidencia por un único período de cuatro años genera un indeseado status quo, por la vía de impedir o dificultar severamente la posibilidad de implementar cambios profundos y reales. Por ello propongo que las autoridades elegidas de gobierno puedan ser reelegidas por un único período consecutivo.

 

Creo en la diversidad cultural y en el respeto irrestricto a las formas de vida de nuestros pueblos originarios, propongo que la nueva Constitución reconozca y declare que Chile es un país cuyo pueblo es multirracial y multicultural. Me parece que dicho reconocimiento debe consagrarse como un aspecto constitutivo y legitimador del Estado. Estoy cierto que ese paradigma de heterogeneidad es motivo de dudas o temores por parte de los sectores más conservadores de la sociedad, sin embargo creo que esto debiera quedar plasmado en la nueva Constitución.

 

Este Primer contrato social debe considerar:

i. Consultas Ciudadanas, ojalá vinculantes, en la más amplia gama de materias de interés público, ya sea a nivel local, regional y nacional.

ii. Referéndum Consultivo a todos los ciudadanos en materias de especial trascendencia para el Estado.

iii. Referéndum Revocatorio respecto de todos los cargos y magistraturas de elección nacional.

iv. Iniciativa Popular de Ley, salvo en casos particularmente calificados.

 


En la nueva Constitución de la República de Chile, la salud de los chilenos debe ser consagrada como un "Derecho Humano Fundamental", tal como lo establecen la Constitución de la Organización Mundial de la Salud  y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Diciembre de 1948), ambos acuerdos suscritos por el Gobierno de Chile.

La nueva Constitución debe asegurar una serie de derechos fundamentales, entre los cuales  destaco:

i. Asegurar una economía que garantice el respeto de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales, y la efectiva equidad entre los ciudadanos mediante un sistema tributario capaz de financiar políticas públicas para una mayor igualdad, justicia y libertad.

ii. Garantizar el derecho a la educación pública gratuita y de calidad, y el término del lucro en la educación.

iii. Garantizar el derecho a la salud.

iv. Garantizar el derecho a la libertad sexual y reproductiva.

v. Garantizar el fomento de las garantías procesales mínimas (debido proceso, presunción de inocencia, principio de legalidad).

vi. Garantizar a los ciudadanos la capacidad de convocatoria efectiva a referéndum y plebiscito para temas de trascendencia nacional.

vii. Garantizar el respeto y reconocimiento del valor intrínseco de la naturaleza y de los seres vivos, priorizando el respeto a la biodiversidad, como fenómeno interdependiente y sistémico, fundamental para la preservación de la vida en el planeta y la identidad ambiental y ecológica del territorio nacional.

 

Nelson Agurto Constituyente por Ñuble
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